¿Se puede aligerar el peso de un F1 con la pintura?

 

Los Ferrari no son este año rojos absolutos. Tienen algunos detalles decorativos en negro, lo que llamó en su momento la atención. Sin embargo no se trata de una elección ‘estilística’, como pudiera pensarse, sino de una cuestión técnica. Son partes de carrocería sin pintar lo que permite ahorra el peso de esta pintura.  

En el pasado ya sucedió puntualmente que Ferrari optaba por elementos en negro, y de forma muy especial cuando la Scuderia quiso mostrar su condolencia por el fallecimiento de Juan Pablo II. Pero entonces era decoración y estaban pintados.

El de Maranello no es el único equipo que, de forma más visible o más discreta, ha recurrido al negro para algunas partes de su carrocería este año. Ni tampoco la primera vez que ese color se ha utilizado en la F1, en cuya historia ha habido coches negros. Estos dos últimos años, los Mercedes son un buen ejemplo.

Sólo que el ver partes del coche en negro no es una elección estética, sino técnica. Son partes de la carrocería no pintadas, con fibra de carbono visible para ahorra peso, como en su día, en los años ’30, hizo Mercedes, concretamente el 3 de junio de 1934 en Nürburgring. 

La leyenda dice que las ‘flechas de plata’ nacieron cuando Alfred Neubauer, el mítico director de la marca y posiblemente el primero de la historia, ordenó que sacaran toda la pintura de Mercedes y dejaran la carrocería en ‘aluminio pulido’.

Fue una decisión drástica pero necesaria para que los coches de la estrella pudieran alinearse en una carrera. Por entonces estaba en vigor la denominada Fórmula 750, en la que la regla principal estaba en el peso de los coches que no podían superar los 750 kilogramos. 

Los responsables de la Comisión Deportiva Internacional, la rama deportiva de la FIA que gozaba de autonomía, estimaron que nadie podría recurrir a motores extremadamente potentes porque los chasis, con ese peso, no los soportarían. Y los Mercedes que se presentaron pesaban 751 kilogramos. Al perder la capa de pintura, ya entraron en el límite reglamentario.

Pero todo esto fue una invención del locuaz Neubaer. La carrera en cuestión era de F-Libre y no hay ningún documento gráfico de los Mercedes pintados de blanco, el color que les correspondía por ser vehículos alemanes. Algunos sostienen que la verdadera razón no estaba en el peso, sino en que no hubo tiempo para pintar los coches.

Este año, varios equipos han imitado a Ferrari. La mayor parte de ellos están claramente por encima del peso mínimo establecido. A algunos, incluso de los grandes, les sobran entre ocho y 15 kilogramos. difíciles de rebajar sin una inversión masiva. 

Quizás incluso cinco millones de euros que se estiman necesarios para que Red Bull pierda peso, lo que en una época en la que existe un ‘techo presupuestario’ y en la que inflación ‘muerde’ un par de millones mínimo a dicho techo, es una fortuna y un quebradero de cabeza para los técnicos. 

Se estima que cada diez kilogramos extras cuestan tres décimas en Barcelona, el ‘circuito tipo’ de la F1. Es más de lo que se gana con un nuevo ‘pack aerodinámico’.

Andy Green, técnico de Aston Martin, admite claramente este hecho: “Tenemos algunas partes sin pintar en el alerón posterior y la parte final de los pontones. Eso nos ahorra 350 gramos. Necesitamos rebajar mucho más peso”.

Mientras, en Alfa Romeo, el único equipo que está en el peso mínimo, lo tiene claro: “Nuestros rivales utilizan esta técnica de suprimir pintura porque el efecto es inmediato –y barato, podrían añadir–. Por lo general, un coche necesita seis kilogramos de pintura”.

Alfa Romeo este año no quería que su coche fuera este año más pesado, como ha sucedido habitualmente, en los inicios de temporada para ir adelgazándolo después. Por ello han hecho el coche más corto de la F1, porque cuanto más largo es, más material se precisa y más peso se tiene.

Volviendo a la pintura. Este año se ven asimismo colores satinados o mates y no brillantes. El brillo exige algunos compuestos metálicos en la pintura y ésta pesa más. Pueden ser pocos gramos, pero cada gramo cuenta.

Una firma italiana puede ofrecer a los equipos una solución económica a este problema. “Ganar un kilogramos puede costar 250.000 euros, pero con nuestra pintura puede hacerse por sólo 25.000 euros”.

Se trata de Nanoprom, especialista en la utilización de ‘nanoparticulas’. Han creado una pintura derivada del polysil. No es una pintura convencional, sino una suerte de cristal líquido, que no tiene plástico y no es inflamable, lo que es bueno para la seguridad. Y además se aplica en frío y no necesita secado al horno, lo que acorta el proceso de pintado.

El ahorro podría ser superior a un kilogramo, llegar incluso a kilogramo y medio en algún coche. No sería la solución total, pero ayudaría.

[Fonte: https://soymotor.com/]